Dos fragmentos extraigo de esta obra de arte de la literatura fantástica que está causando bastante furor. Lo cierto es que llevo meses ansioso de que la segunda parte vea la luz. Ánimo Patrick.
El primer fragmento se lo dedico a mi niña porque me enterneció bastante cuando lo leí e irremediablemente me acordé de ella:
Corrí a la parte de atrás del carromato y me puse una camisa limpia. Mientras revolvía buscando aguja e hilo oí cantar a mi madre:
Al anochecer, cuando el sol se oculta,
desde lo alto mi mirada te busca.
Hace horas que te espero,
pero mi amor es eterno.
Mi padre contestó:
Al anochecer, cuando la luz se apaga,
por fin pongo rumbo a casa.
Entre los sauces suspira el viento;
te ruego, mantén el fuego ardiento.
Cuando salí del carromato, mi padre tenía a mi madre inclinada en sus brazos y la estaba besando.....
pag. 143
El segundo fragmento se lo dedico a Sergio especialmente, pero también a otros que tienen que "soportar" algunas de mis curiosas manías jejeje. Ahí va:
A Simmon enseguida le hizo efecto el scutten: reía más fuerte, sonreía más y no paraba quieto en la silla. Wilem seguía tan taciturno como siempre. Pagué la siguiente ronda: una jarra enorme de sidra para cada uno. Respondí a la mirada ceñuda de Wilem diciéndole que si conseguía hacer valer mi talento, lo llevaría a casa flotando en rabón, pero que si alguno de los dos se emborrachaba antes de eso, me encargaría personalmente de darles una paliza y arrojarlos al río. Se calmaron un tanto, y empezaron a inventar versos obscenos que encajaran en la melodía de "Calderero, curtidor".
pag. 479
El que me conozca no tardará en encontrar dos obvias referencias (casuales, por supuesto) a mi persona en este segundo fragmento. A ver si las encontrais ;-)